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TEMA: La Línea Gótica
La Línea Gótica hace 9 años, 9 meses #20220
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De cara al proximo evento de Noviembre os pongo un poco en antecedentes.
Una vez conquistada Roma, los Ejércitos aliados se lanzaron en persecución del enemigo, pero los alemanes lograron estabilizar el frente de nuevo en torno a la “Linea Gótica”. La Línea Gótica (en alemán: Gotenstellung, en italiano: Línea Gótica) fue una línea de fortificaciones defensivas organizada por el mariscal Albert Kesselring a lo largo de las cumbres montañosas de los Apeninos, intentando retrasar el avance de los Aliados al mando del general Harold Alexander hacia el norte de la península itálica, en la campaña de Italia. Estaba barrera se iniciaba en la costa occidental, más allá de Pisa; formaba una curva a lo largo de las montañas del norte de Florencia y de allí se extendía hasta Pesaro, en el Adriático. Hitler se hallaba preocupado por el estado de los preparativos defensivos de la Línea Gótica, ya que temía que los Aliados utilizasen un sistema de desembarcos anfibios para flanquear las defensas de la Línea. Tan preocupado se hallaba que, para rebajar su importancia tanto a ojos de sus aliados como de sus enemigos, ordenó que se cambiase el nombre de la Línea Gótica, con sus connotaciones históricas implícitas, razonando que si los aliados lograban abrirse paso no podrían de ese modo utilizar un nombre más resonante de la Línea para magnificar su hipotética victoria. Como respuesta a esta orden, Kesselring la rebautizó como Línea Verde en junio de 1944. La llegada prematura de las lluvias impidió la ruptura de dicha linea y, lo que resultó más importante, este retraso marcó el fin de las esperanzas británicas de progresar más hacia Berlín que lo pudieran hacer los soviéticos con su desenfrenada carrera en el frente oriental. La ofensiva aliada se inició el 5 de junio. El V Ejercito norteamericano del general Mark Clark siguió las carreteras de la costa hacia Pisa, mientras el VIII ejercito británico del general Oliver Leese avanzaba a lo largo del curso del Tiber en dirección a lago Trasímeno. A primeros de julio, general Harold Alexander recibió la orden de retirar siete divisiones, destinadas a participar en la “Operación Dragón”, el desembarco aliado en el sur de Francia. Esta decisión mermó gravemente los efectivos del V Ejercito. En opinión de Winston Churchill, “de no haber sido por las exigencias y las privaciones causadas por “Dragón”, la campaña de Italia habría concluido en Navidad”. Pero este juicio esta demasiado optimista, las defensas de la “Linea Gótica” constituían un obstáculo impresionante. Las perdidas alemanas en Italia habían sido serias, pero estaban en camino cuatro divisiones de infantería y un regimiento de carros de combate pesados. La mayor parte de estos refuerzos eran adscritos al XIV Ejército alemán, que cubría el avance del general Clark. Los meses de verano de 1944 fueron frustantes para los Ejércitos de Alexander. Los avances eran dispersos y nunca decisivos. La táctica germana consistía en mantener una oposición hasta que el enemigo organizaba un ataque masivo, para entonces escabullirse a la siguiente linea defensiva, de la linea Trasímeno a la de Arezzo y de allí a la del Arno. Con todo, después de dos meses de laboriosa persecución, los Ejércitos aliados habían avanzado casi trescientos kilómetros, capturando los puertos de Ancona y Leghorn y la ciudad de Florencia con la ayuda del Comité de Liberación Toscano. Frente a ellos se divisaban las defensas de la “Linea Gótica”. Hasta allí había conducido magistralmente Kesselring los restos de sus XIV y X ejércitos. Ahora debía producirse el combate decisivo. Durante las primeras semanas de agosto, Alexander elaboró los planes para el ataque a la “Linea Gótica”. El proyecto inicial, ideado por el jefe de Estado Mayor Harding, se basaba en un ataque sorpresa al centro del frente alemán por los Apeninos. Sin embargo, dicho planteamiento no agradó lo más mínimo al general Leese, comandante del VIII Ejercito británico, quien logró convencer a Alexander para que adoptara una alternativa diferente. El nuevo ataque de denomino “Operación aceituna”, olive en inglés. Consistía en desviar secretamente al VIII Ejército hacia el Adriático para penetrar por Rimini. Una vez centrada la atención de Kesselring en aquella costa, el V Ejército de Clark atacaría Bolonia como objetivo. Se trataba de lanzar dos pinzas casi simultaneas contra los alemanes para abrirse paso en la llanura de Lombardía. Una vez allí, la superioridad de fuerzas acorazadas aliadas haría el resto. El plan descrito es evidente que tenia serios inconvenientes. El VIII Ejército se vería obligado a superar embarazosos cruces de ríos, que retrasarían su avance. Kesselring disponía de una buena carretera lateral para desplazar con rapidez sus reservas de Oeste a Este. Y por si fuera poco, no se había previsto que la llegada de las lluvias otoñales convertirían la zona de Rimini en un formidable cenagal. La ofensiva contra la “Linea Gótica “ se inició el 25 de agosto. Winston Churchill, que se encontraba de visita en Italia, se convirtió en testigo de excepción de aquel ataque, como relató en sus memorias: “ Aquella fue la vez que más cerca estuve del enemigo y la vez que oí más disparos durante la II guerra mundial”. El ataque de tres de los Cuerpos de Ejercito del general Leese sorprendió a los alemanes. El 1 de septiembre había sido perforada la “Linea Gótica” en una longitud de varios kilómetros Fue entonces cuando Kesselring movió siete divisiones desde el sector central para taponar aquella brecha. Al debilitar su centro, Kesselring dio a Alexander la oportunidad que esperaba el V Ejercito. El 13 de septiembre el general Clark atacaba y dos días después rompía la Linea al norte de Florencia. La defensa germana estuvo a punto de sucumbir, pero una vez más recibieron refuerzos y la llegada prematura de las lluvias restableció el equilibrio. El VIII Ejercito encontró serias dificultades para seguir su avance. El 21 de septiembre los canadienses ocuparon Rímini, pero las nuevas unidades alemanas se fortificaron en la linea del rio Uso. En el frustrado intento por sacarles de allí, los británicos perdieron casi quinientos carros de combate y muchas divisiones de Infantería quedaron diezmadas. Con el VIII Ejercito exhausto, Kesselring pudo colocar sus fuerzas en disposición de contraatacar al V Ejercito norteamericano que avanzaba hacia Imola. A finales de octubre la ofensiva aliada se detuvo. Los únicos cambios notables que se habían producido después de dos meses de durísimos combates se circunscribían al mando. En noviembre, Kesselring, herido en un accidente de automóvil, fue sustituido por Vietinghoff y Mac Creery reemplazó a Leese al frente del VIII Ejército británico. A pesar de que Alexander todavía se mostraba optimista sobre las posibilidades de agilizar el avance hacia Viena, el frenazo en la “Linea Gótica” convirtió el teatro bélico italiano en un objetivo cada vez más secundario. Los jefes de Estado Mayor Combinado decidieron en diciembre trasladar el Cuerpo de Ejercito canadiense del VIII Ejercito británico al frente occidental. Al igual que la “Linea Sifgrido” en occidente, la “Linea Gótica”, ideada por Rommel en el otoño de 1943, puso freno a las esperanzas de los aliados de terminar la guerra en 1944. Sólo en el frente oriental la avalancha del Ejercito Rojo parecía no encontrar obstáculos. La ruptura, de hecho, no se produjo hasta la ofensiva de la primavera de 1945. El 29 de abril de 1945, Heinrich von Vietinghoff, comandante en jefe del Grupo de Ejércitos C de la Wehrmacht, firmó el acta de rendición, con lo que las hostilidades en Italia finalizaron formalmente el 2 de mayo de 1945. |
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Re: La Línea Gótica hace 9 años, 9 meses #20224
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Ohhh...Aaaahhh !!!
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This is SPARTA!!!
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